Una fecha atribuida al calendario Maya, como el fin del mundo, es este
domingo 21 de junio, (como he destacado en muchas ocasiones, estas fechas de trasformación
y final de ciclo, son el comienzo de otro paradigma o Era de la historia
humana).
Este domingo 21 será, especialmente, una fecha señalada para los amantes de la astronomía, tendrá lugar un eclipse solar anular, conocido como 'anillo de fuego'. Sin duda, es uno de los momentos más esperados del año, donde la Luna y el Sol quedarán casi perfectamente superpuestos. No se verá desde España.
Este domingo 21 será, especialmente, una fecha señalada para los amantes de la astronomía, tendrá lugar un eclipse solar anular, conocido como 'anillo de fuego'. Sin duda, es uno de los momentos más esperados del año, donde la Luna y el Sol quedarán casi perfectamente superpuestos. No se verá desde España.
El mejor eclipse anular de la década comenzará a ser visible desde el
centro del continente africano, es decir, alrededor de República del Congo y
Etiopía. Luego, rozará el sureste europeo para adentrarse en Asia a través del
mar Rojo. Recorrerá gran parte de Asia por China, Taiwán, el mar de Filipinas y
el sur de Guam y terminará al atardecer por el Océano Pacífico Norte y
Australia.
Este año habrá un total de seis eclipses. Cuatro de ellos serán
penumbrales de Luna (10 de enero, 5 de junio, 5 de julio y 30 de noviembre); el
Sol nos obsequiará con dos, el primero anular este domingo y el más importante
del 14 de diciembre, que será 'total'. Este último se podrá ver desde
Sudamérica, especialmente en la zona de Chile y Argentina.
Este domingo
habrá un momento en el que la Luna y el Sol estarán completamente superpuestos,
justo en ese instante aparecerá un asombroso círculo de luz alrededor de la
Luna. Por esa razón este evento astronómico recibe el nombre de 'anillo de
fuego'.
El eclipse de Sol coincidirá con el solsticio del 21 de junio 2020. Las reglas de la
tradición astrológica aconsejan no comenzar nada en momentos de eclipse porque
lo que se comience no funcionará en la forma esperada. Por eso es mejor no
considerar nuevos proyectos en tiempos de eclipse, no hacer propuestas, ni
tomar decisiones trascendentes. Si alguien viene con un ofrecimiento habrá que
considerarlo cuidadosamente, y después de observarlo en todo sentido, proceder
y conservar un estado de ánimo ecuánime y templado, ya que los eclipses tienden
a asociarse con tiempos de confusión y poca claridad.
También es importante no
realizar rituales de petición a las fuerzas de la naturaleza, que no impliquen
equilibrio o armonía, ya que la naturaleza está muy centrada en sí misma, al
igual que nosotros. Podríamos propiciar un desastre.