Carta astral 2016 01-01 00h
El
inicio del año 2016 cierra un quinquenio de grandes transformaciones y abre un
período ecléctico, con tantas luces como sombras, en el que se palpa el
resultado de los profundos cambios que se han ido produciendo en los últimos
cinco años. Dichas trasformaciones se manifiestan en forma de cambios
personales y sociales de gran calado.
Desde
mayo de 2011, con la entrada de Neptuno en Piscis, vivimos, como especie y
sociedad, una mutación imparable que, al igual que en otros momentos de la
historia, repletos de guerras, tragedias, absurdos y gobernantes misántropos,
desembocará de nuevo en un período de luces.
Para
comprender este momento en particular, daremos un repaso a los planetas más
sociales de la carta astral de 2016. Marte inicia el año en Libra,
circunstancia muy conveniente para todas las personas que trabajan en el Cuerpo
Diplomático Internacional, ya que les aporta la capacidad y herramientas más
oportunas para mediar en los conflictos tan sumamente complejos que afectan a
todos los países y, muy particularmente, en el drama de los refugiados, que
manifiesta el carácter e identidad de cada estado, sus virtudes y defectos; más
aún, pone en evidencia en qué lado de la balanza se sitúa cada uno. Teniendo en
cuenta esto, destacaremos tres etapas. Durante el primer trimestre del año los
resultados serán plausibles y esperanzadores. A continuación, desde mitad de
marzo hasta mediados de junio, el trabajo diplomático se verá atrapado en un
círculo vicioso del que no se avanza.
Y por último, a partir de este momento, comenzará a haber resultados, que
en los últimos cuatro meses del año, se convertirán en éxitos y soluciones que
harán historia, aportando a la sociedad occidental algo de dignidad y paz.
Tenemos que señalar que Marte transitará la esfera de
Saturno, haciendo conjunción, desde principios de marzo hasta mediados de
junio. En este período, la sinrazón de las guerras actuales será el paisaje de
fondo a cada momento, no sólo en las zonas que están siendo devastadas, sino
también, en forma de acciones terroristas, en las ciudades, tanto europeas como
norteamericanas y africanas (especialmente las del cinturón mediterráneo). El
hecho de que en esta etapa Marte entre en retroceso y forme diversas cuadraturas,
perjudica sobremanera, impidiendo que las soluciones de paz afloren.
Por
otra parte, Júpiter (transitando Virgo en oposición a Neptuno) nos obliga al
crecimiento interior, inculcándonos ética y buen hacer. Para muchas personas, a
partir de junio, esto estará integrado como una moda social, imponiéndose así,
una actitud crítica, en los medios jurídicos y de comunicación, de forma
implacable. Todos los planetas sociales colaboran con esta idea, de una u otra
manera. La sociedad exigirá honorabilidad y le importará bien poco si hay leyes
o no que la regulen. A partir de agosto, ese mismo Júpiter nos inducirá a
renovar nuestras formas de comportamiento más doméstico y mundano, aportándonos
una visión muy flexible y multisocial del mundo en el que queremos vivir.
Urano,
que ha estado inculcándonos una profunda necesidad de sentirnos libres, a
partir de mediados de 2016, nos induce, incluso obliga, a cambiar los
parámetros de libertad tradicionales, aportando una gran dosis de
responsabilidad consciente y racional que, haciendo honor a la era de Acuario
recientemente estrenada, tendrá en cuenta los intereses comunes y no tanto los
personales.
Por último, Plutón (padrino y regente de la crisis
económica mundial) alcanza el centro de Capricornio a finales de septiembre y,
a pesar de su tendencia natural a entrar en retroceso cada poco tiempo, a
partir de esta fecha permitirá que las transformaciones, renovaciones y
profundos cambios que los otros planetas sociales están imponiendo, calen en el
ámbito económico. De forma que las instituciones alternativas y emergentes,
como la banca solidaria, comenzarán a tener una repercusión menos anecdótica y
pasarán, de forma rápida, a ser protagonistas en la vida doméstica y social.
Como decíamos al principio, el 2016 es un año
ecléctico, con tantas luces como sombras. Dicho así parece poco halagüeño, pero
nada más lejos de la realidad. La interpretación correcta es que, en este
momento, empezamos a tener tantas soluciones como problemas. Así que la
adolescente caprichosa y difícil que es nuestra sociedad, comienza a dar sus
primeros pasos como joven dinámica, ilusionada, vocacional… y descubre: la
parte buena y mala de enamorarse, la razón que siempre tuvieron sus padres, el
valor y el peso del trabajo de sus antepasados, lo importante que va a ser en
su vida lo haga y, más aun, lo que no haga, el prestigio y la palabra dada…
Bienvenidos a esta etapa, que no carece de sombras
pero está llena de satisfacciones, logros, éxitos y proyectos de futuro bien
intencionados.
¡Feliz 2016!
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